La importancia de los Códigos CPV: qué son y para qué sirven
El CPV, o Vocabulario Común de Adquisiciones (Common Procurement Vocabulary), es un sistema desarrollado por la Unión Europea para categorizar los contratos públicos, facilitando su organización y búsqueda por temas específicos. Introducido por primera vez en 1998, este sistema ha sido fundamental en la estandarización de referencias de productos y servicios para los contratos públicos dentro del mercado único europeo, promoviendo así la transparencia y la competencia. Con una revisión significativa en 2008 para reflejar mejor las necesidades del mercado y la evolución de los productos y servicios, el CPV comprende casi 10.000 términos organizados en una estructura jerárquica que incluye Divisiones, Grupos, Clases y Categorías. Este esquema facilita una clasificación detallada y específica, crucial para una correcta identificación y comparación de licitaciones a nivel europeo.
La creación del CPV surgió como respuesta a la necesidad de un lenguaje común que superara las barreras idiomáticas y las diferencias en los sistemas de clasificación nacionales, permitiendo así una competencia equitativa y una mayor participación de las empresas en licitaciones a través de las fronteras. Este sistema es de uso obligatorio en todos los anuncios de licitaciones públicas en la Unión Europea, lo que asegura una uniformidad y facilita el acceso a oportunidades de negocio en cualquier estado miembro.
. Sin embargo, la selección del CPV adecuado puede ser desafiante debido a la extensión del sistema y a la dificultad para encontrar la clasificación precisa, lo que a veces resulta en la elección de códigos demasiado genéricos y poco útiles.
Por parte de las administraciones, se debe priorizar la especificidad al elegir el código CPV más preciso y específico posible para la licitación, evitando generalizaciones que puedan limitar la eficacia del sistema.
En caso de necesitar utilizar un CPV más genérico, se recomienda complementarlo con códigos específicos relevantes y complementarios para enriquecer la clasificación.
La falta de detalle en las descripciones del objeto de la licitación puede resultar en vaguedades o amplitudes excesivas que no comuniquen claramente la necesidad de contratación.
La redundancia y falta de claridad pueden surgir al incluir información que ya está presente en los metadatos, lo que genera texto superfluo.
Además, la omisión de términos requeridos, como la reserva social o el carácter estratégico para justificar ciertas cláusulas u obligaciones de financiación, necesita ser abordada explícitamente en la descripción del objeto.
Asimismo, el uso ineficaz de palabras clave puede dificultar la búsqueda y el descubrimiento por parte de los operadores económicos si se seleccionan términos irrelevantes o demasiado extensos.
En cuanto a las empresas licitadoras, detectar de manera segura y ágil a través de los CPV, todas las convocatorias de concursos en los que realmente podemos participar, porque encajan exactamente con lo que ofrecemos, nos permite ahorrar tiempo y minimizar riesgos. Si además somos capaces de filtrar esta información con otros aspectos tales como criterios de valoración, vencimientos de contratos o detectar puntos débiles de mi competencia sabremos exactamente a que concursos hay que presentarse.
Recomendaciones prácticas para la elección del CPV
Explorar la jerarquía del CPV desde el principio para evitar confusiones y errores.
Se debe priorizar la especificidad al elegir el código CPV más preciso y específico posible para la licitación, evitando generalizaciones que puedan desdibujar el propósito de la misma.
En caso de tener que optar por un CPV más genérico, es útil complementarlo con códigos específicos relevantes y complementarios.
Analizar las estadísticas de uso del CPV para validar la elección en términos de participación y otros resultados relevantes.
Recomendaciones prácticas para la definición del objeto
Para mejorar la visibilidad y precisión en la identificación de la licitación, se recomienda optimizar el uso de palabras clave relevantes desde el principio.
La descripción del objeto debe ser clara, concisa y directa, evitando redundancias que puedan dificultar su comprensión y descubrimiento.
Es esencial confirmar que la descripción del objeto y el CPV seleccionado estén alineados para evitar discrepancias.
Revisar cómo se han clasificado licitaciones similares puede proporcionar información valiosa sobre la elección del CPV y la redacción del objeto.
Herramientas de apoyo para la búsqueda de licitaciones
Aunque el CPV es una herramienta fundamental para buscar licitaciones públicas, su aplicación puede tener carencias, por lo que no se debe depender exclusivamente de él. Es importante también utilizar otros criterios de búsqueda, como palabras clave en el título de la licitación, procedimiento, fecha de publicación, tipo de contrato, y ámbito geográfico.
¿Cómo solucionamos esto en la nueva plataforma de Doubletrade?
En la nueva plataforma, aplicamos la inteligencia artificial para ayudarte en la exploración, descubrimiento y selección de CPVs. Puedes buscar un CPV específico o relacionados, además de combinarlo con otros filtros tales como búsqueda por palabras clave dentro del pliego, tipo de procedimiento, tipo de contrato, vencimiento de contratos, criterios de valoración, ámbito geográfico… Para terminar también podrás acceder a estadísticas sobre su uso en licitaciones y adjudicaciones.
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